Doctor
Oscar Arias Sánchez
Presidente de la República de Costa Rica
Casa Presidencial-Residencia Rohrmoser
Sus despachos
Estimado señor:
Con respeto pero con mucha vehemencia, le estamos haciendo una exhortación pública, un llamado de cara a la ciudadanía, un fuerte emplazamiento, para que usted, Sr. Presidente, en función del compromiso que asumió, en junio de 2006, ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT); permita que la Asamblea Legislativa decida, de una vez por todas, el futuro del proyecto de ley No. 13.475, sobre Libertades Sindicales, dando paso a la necesaria, imprescindible e impostergable votación; evitando episodios bochornosos como el del pasado jueves 11 de junio, cuando diputados y diputadas de la fracción oficialista, leales a usted, una y otra vez, impedían el desarrollo de la sesión legislativa de la fecha para que no se diese la la votación de dicho proyecto.
Esa maniobra parlamentaria oficialista no debe ni puede repetirse más. Sr Presidente Arias: permita que la democracia transcurra como debe ser y dé usted la línea correspondiente a su fracción para que se materialice la votación sobre el proyecto de ley 13.475. Es absolutamente evidente que no se tienen ya argumentos, ni de forma ni mucho menos de fondo, para que se siga impidiendo tal votación.
Desde esta organización hemos realizado un seriesísimo, consistente y sólido esfuerzo profesional, para demostrarle a los diputados y a las diputadas que se oponen a tal proyecto, especialmente los y las oficialistas, que los pobres argumentos de la cúpula empresarial que objetan el mismo, no tienen razón de ser.
Lo que pasa y esto lo decimos con mucho respeto, parece que, a diferencia suya, parte importante de su gente en el parlamento no lee, no estudia, no analiza y, por tanto, exhibe tal precariedad argumental que no pueden sostener el debate; por tanto, acuden a una especie de filibusterismo parlamentario “sombreado”, solapado, como es interrumpir las sesiones a punta de recesos sacados de la manga, inventados, espurios, para luego, ya descaradamente, no hacer quorum. Así ocurrió en la parte final de la sesión legislativa del pasado jueves 11, de lo cual el suscrito fue un testigo presencial directo de cómo, sin ya vergüenza alguna, se actuaba para que no hubiese quorum.
El proyecto 13.475 está listo para votarse desde ya ya bastantes días. Ya no quedan razones de ningún tipo, señor Presidente, para que se siga impidiendo su votación. La OIT acaba de darle una especie de ultimátum al país por la reiterada conducta de los últimos gobiernos, incluyendo el suyo, de engañarle, de manipularle, de mentirle, en cuanto al cumplimiento de una serie de compromisos de carácter laboral, incluyendo éste, el proyecto de ley 13.475, que desarrolla el convenio No. 98-OIT, ley de Costa Rica desde 1960.
El país entero sabe que su sueño, como usted lo ha dicho sin ambages, es que la señora Laura Chinchilla Miranda, fuese la próxima persona en la silla presidencial. Un eventual gobierno de esta ciudadana ó de cualquier otra persona, heredará, sin quererlo ni merecerlo, la enorme irresponsabilidad de, por ejemplo, no aprobar el proyecto de ley 13.475.
OIT, en su conferencia anual próxima, y a un mes de asunción de las nuevas autoridades, en junio de 2010, podría condenar, con la más fuerte sanción de la normativa de tal organismo internacional, a Costa Rica si, por un año más, el país le sigue tomando el pelo. Las nuevas autoridades gubernamentales se verán en un aprieto de una magnitud impresionante, con un descrédito internacional difícil de reparar, dado que estamos en puertas de la condena más enérgica que estable el sistema OIT para países que, consuetudinariamente, son violadores de sus normas.
Señor Presidente: No sabemos cuán cierta es la especie que corre acerca de que usted ya no cree en aquel lema suyo de que “los problemas de la democracia se resuelven con más democracia”, según lo estuvo usted pregonando en los últimos años. O bien, si ahora su convicción más profunda es la de la “dictadura en democracia”, como lo pregonó en un momento de la campaña electoral pasada.
Sin embargo, el bloqueo del devenir parlamentario, ya sea por medio del filibusterismo abierto ó del filibusterismo solapado, es una conducta perniciosa para la democracia, por más formal que ésta sea; y, peor aún, si ante la carencia de argumentos, la debilidad de posiciones y la pobreza intelectual, quien pierde es todo un país cuya imagen, cuya credibilidad y cuya honra, se ha de manchar ante la comunidad mundial de naciones; mancha que adquiere relieves dramáticos si la deshonra proviene, nada más y nada menos que de compromisos presidenciales asumidos ante esa comunidad internacional, como es su caso, don Oscar, en este asunto del proyecto de ley 13.475; un proyecto con una década de trámite parlamentario y que su elaboración fue de consenso con la máxima organización empresarial cupular, con el gobierno de turno y con las principales corrientes sindicales nacionales.
Nuevamente, con todo respecto y con gran vehemencia, señor Presidente, permita que se vote el proyecto de ley 13.475, honre así su compromiso personal asumido en la sede de la OIT, en junio de 2006; y, sobre todo, evítele al gobierno que vendrá después del suyo, contratiempos, bochornos y desprestigio total, por una condena inminente que dañará a Costa Rica internacionalmente, poniéndonos en grave vergüenza y en los primeros puestos de la agenda de innumerables organizaciones mundiales defensoras de los Derechos Humanos. ¿Cómo le explicaría esto usted a su candidata presidencial predilecta, doña Laura, si fuese ella quien le sucediera a usted a la cabeza del Poder Ejecutivo?...
Reiterándole nuestro respeto y consideración,
Albino Vargas Barrantes
Secretario General de la ANEP |
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